Salud

Este año en EEUU se ha producido una desafortunada combinación de una cepa del virus especialmente virulenta y la baja efectividad de la vacuna que ha provocado una gran cantidad de muertos y un aumento del promedio de hospitalizaciones. No se sabe cuánto más grave puede ser la situación, porque es muy inusual y el riesgo se mantendrá hasta mayo . A pesar de que las campañas de inmunización son masivas y los seguros de salud cubren la vacuna, el virus se ha extendido en 46 estados según el Centro para el Control y la Prevención de las enfermedades (CDC).

Se han registrado internaciones derivadas muy por encima del promedio de los inviernos anteriores, sobre todo de niños menores de cinco años —que son muy vulnerables, y pueden morir por enfermedades derivadas de la gripe— y adultos mayores de 50. La cepa que ha prevalecido este año, Influenzavirus A subtipo H3N2, en sí particularmente difícil porque suele presentar síntomas más severos, entre ellos, fiebre que no cede con antifebriles. Ese problema se combinó con otro: la vacuna de este año es menos efectiva y, aunque hasta el final de la temporada no se sabrá con certeza, los expertos estiman que sólo brindará un 10% de protección.

La efectividad habitual oscila entre 40% y 60% en promedio; pero si las cepas son diferentes a las que se esperaban, o si suceden mutaciones imprevistas, la vacuna resulta menos protectora. En todo caso, los médicos insisten en que es mejor recibirla que no recibirla, porque al menos ayudará a «suavizar la gravedad y la duración de los síntomas»

Es muy importante cubrir a la población con riesgo aumentado.  

         Eduardo Martín Zuker Pedernera

   Especialista Universitario en Neumonología      MN 92920 MP 54628